A un año del asesinato de la líder hondureña Berta Cáceres, diversas organizaciones marchan en Tegucigalpa a la Corte Suprema para demandar la inconstitucionalidad de los decretos a través de los cuales se aprobó la construcción de la represa Agua Zarca, sin consultarle previamente a los pueblos indígenas que viven en el territorio, como indica el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.

Febrero es mes de carnavales. En la localidad de Huaquitepec, Chiapas, México, la festividad consiste en una comitiva de autoridades locales, músicos y animadores que recorren el pueblo visitando distintos hogares.


Mientras se comparte la comida, la bebida y el tabaco, los danzantes celebran intentádole tocar la boca al otro con un pedazo de piel del ardilla.

El escritor urugyayo ya se había inspirado con nuestro video sobre la contaminación del Río Santiago para un texto de su libro Los hijos de los días.
Ahora, publicó un texto sobre los barriletes de Sumpango en su libro póstumo El cazador de historias.





Para ver el video de Los barriletes de Sumpango, hacer CLICK ACÁ.
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Para Desinformémonos.org

Otros Mundos Posibles from Proyecto Chakana on Vimeo.

Gustavo Castro, activista mexicano defensor del medio ambiente, los recursos naturales y la autonomía de los pueblos, acompañante del COPINH y amigo de Berta Cáceres, estaba en su casa cuando la asesinaron. Él se salvó porque lo dieron por muerto pero al día de hoy, el Estado hondureño lo tiene retenido en el país, a pesar de que nunca se negó a declarar y a pesar de que existen acuerdos de cooperación entre ambas naciones que le permitirían seguir colaborando desde su casa.


En un contexto en el que se le retiene y criminaliza, en lugar de considerarlo víctima y testigo clave, compartimos esta entrevista que le realizamos en Chiapas en 2011, con el fin de dar a conocer quién es y cómo piensa Gustavo Castro, cuya vida, como insiste la organización Otros Mundos Chiapas y otros organismos internacionales, corre peligro en Honduras.

Cuando recién comenzábamos a viajar con Proyecto Chakana a principios de 2010, sin tener muy en claro el rumbo, los tiempos y las intenciones, tuvimos el placer de conocer a Antonio Ramírez y el Colectivo Callejero, un grupo de artistas plásticos que desde mediados de los años setentas aportan reflexión y crítica desde su trinchera gráfica.


Les compartimos el registro de una plática que tuvimos durante una tarde en su búnker en Guadalajara, Jalisco, México, mientras tomábamos café y desarrollaban su visión sobre el rol del arte, el agruparse como colectivo, su relación con la izquierda ortodoxa, el irrumpimiento del EZLN y su amistad con el Subcomandante Marcos.